sábado, 23 de mayo de 2015

Crimen Abominable




Azobispo de México
Luis Ma Martínez


J.Clemente Orozco

Crimen Abominable

“Y cualquiera que escandalizare a alguno de estos
pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le
colgase al cuello una piedra de molino de asno y
que se le anegase en el profundo de la mar”.
Mateo: 18, .6.

                                                                Semana Santa 2007
                                                                Semana Santa 2010
(Para vomitarse: este tema que vuelve a la palestra con más fuerza, marzo 2010)

Si Dios llegara a perdonar el repugnante crimen de la pederastia, el universo se manifestaría en su contra. No puede haber otro crimen peor; y que lo practiquen impunemente los que se dicen representantes del Creador en la Tierra, ¡eso ya es un asco!

“Más de cuatro mil curas pederastas en EE UU y once mil denuncias de abusos en su contra”, leemos.

Es alarmante la cifra de los pederastas eclesiásticos en EE UU, pero ¿cómo andaremos en México?

Por lo pronto la prensa informa que nuestro país es refugio de sacerdotes pederastas: Concretamente, cuarenta de ellos han salido huyendo del vecino país del norte y se encuentran aquí, protegidos por la iglesia católica mexicana.

Después de haberle desgraciado la vida a --sólo Dios sabe a cuántos niños—el flamante Congreso toma cartas en el asunto:

El senador del PAN, Alejandro González Alcocer propuso una reforma al Código Penal para obligar a las asociaciones religiosas a inhabilitar a los sacerdotes que incurran en actos de abuso sexual contra niños, retirándoles el registro ante la Secretaría de Gobernación así como a las Iglesias que los solapen. La tibia y estúpida sanción propuesta está siendo “analizada” por el Senado de la República (donde… ¡damos resultados!, dice la imbécil propaganda mediática de la cámara alta)

¡Qué le parece apreciable lector! ¡Todavía van a analizar la reforma que propone el tal senador! ¡Como si hubiera propuesto que anatematizaran y además colgaran a estos indecentes y desequilibrados ofensores del cielo!

Entérese del “castigo” impuesto al “ilustre pederasta” michoacano, fundador de Los Legionarios de Cristo, por parte del Papa Benedicto XVI según el siguiente comunicado:

“El Vaticano invita al fundador de los Legionarios de Cristo, el reverendo Marcial Maciel Degollado, a que se dedique a una vida reservada de oración y de penitencia, renunciando a cualquier ministerio público". El comunicado descrito es de fecha 19 de mayo de 2006.

El religioso mexicano está siendo investigado por abuso sexual a seminaristas. El Papa lo debió haber excomulgado, por lo menos. (Tal vez lo hubiera hecho si se tratara de un islamita).

Y hay más:

El dignatario de mayor jerarquía eclesiástica (mexicano) en nuestro país, Cardenal Rivera Carrera, ¡Qué desgracia!, demandado ante una corte estadounidense por “conspiración internacional a la pederastia” más otros cargos relacionados con el presunto encubrimiento al sacerdote pederasta Nicolás Aguilar, ex empleado del purpurado y responsable de abusar de noventa niños en México y EE UU.

La parte acusadora, la integran Michael Finnegan, abogado del despacho de Jeff Anderson, y David Drivon, de una firma legal de Stockton, California, EE UU.

Uno más: “Jalisco, México (26 Sep 2006).-A pesar de que estuvo preso dos años por abusar sexualmente de un monaguillo en Aguascalientes, el sacerdote Alejandro Cervantes Gallardo sigue oficiando misas, pero ahora en la comunidad jalisciense de Matancillas”. El Obispo Godínez de Aguascalientes dice que ya se reformó después de sólo dos años que estuvo preso. ¿Usted cree lo de la “reformada”?

Entre abominables pederastas y los vividores Onésimos, Sandovales, Godínez, etc. etc., están dando al traste con la iglesia católica y la fe de los creyentes.

Por fortuna en México tenemos todavía sacerdotes dignos de su investidura como Samuel Ruiz García, Obispo Emérito de San Cristóbal de las Casas, Chis. y Raúl Vera López, Obispo de Coahuila.

Personalmente tengo gratos recuerdos de verdaderas figuras de la iglesia en México como Mons. Luís Mª Martínez, Arzobispo Primado de México.
                               Dzunum



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