sábado, 5 de febrero de 2005

Cómo Combatir el Narcotráfico

                                                          Amapola

Cómo Combatir el Narcotráfico
     (¡Con valor Don Vicente!)

Febrero 2005
“Mientras existan autoridades, ya sea militares, navales, aduanales, policíacas y sobretodo, judiciales, que reciban de los capos del narcotráfico las enormes fortunas que podrían comprobarse si la Contraloría de la Federación tuviera una pizca de honestidad, este cáncer, que no deja avanzar a la nación, no acabará.
                                                                                      Dzunum
¿Quién molesta a los ex Procuradores de hierro o de fierro?, ¿Quién se atrevió a molestar a un ex de Sedena, ya difunto? ¿Y otro de Marina a quien simplemente corrieron? ¿Y a ex o no ex comandantes y agentes que viven en la riqueza, sino es que, en la opulencia?
Váyase a pasear por cualquier ciudad de nuestro México y pregunte quiénes son los más ricos, influyentes y “respetables” vecinos. Esos, casi seguro, serán capos o subcapos del narcotráfico que se han enseñoreado en diversas poblaciones. Cualquier vecino le va a decir dónde viven y cómo se llaman y no es difícil que le digan que ese narcotraficante es un benefactor del pueblo (que de hecho, a veces, eso aparentan).
Imagínense ustedes si lo ignoran las cándidas autoridades policíacas y judiciales.
Y, a propósito, usted también debe imaginarse los “caidos” (mordidas y extorsiones) a las autoridades federales por delitos de ese ámbito (del federal) además del narcotráfico:
Palenques (peleas de gallos) y otros juegos prohibidos por la ley, piratería, trata de blancas y contrabando. ¿Sabe usted cuántos traíleres de mercancía de contrabando caen en manos de agentes judiciales y desaparecen? Por eso cuesta un millón de dólares una plaza de Delegado Regional en un buen lugar….. ¡Bueno! Tal vez, son chismes.
Pero, perdón por el desvío. Se trata de decir “cómo combatir el narcotráfico” y enseguida lo planteamos:
Que vaya un cuerpo especial (que no tenga miedo) y que llegue discretamente a los objetivos, sin las faramallas de aviones y helicópteros gastando su combustible lastimosamente dando vueltas y vueltas a los reclusorios.
Pueden llevar el siguiente itinerario para comenzar:
Apatzingán, Guadalajara, Mazatlán, Culiacán, CD. Obregón, Hermosillo, Nogales, Tijuana, Mexicali, Ensenada, Tecate, Caborca, SLRC, CD. Juárez, CD. Alemán, Reynosa, Matamoros y Cancún.
Pregunten en el sitio de taxis de la” Plaza de Armas” a los choferes que conocen vida y milagros de los vecinos: ¿Dónde viven los narcotraficantes y cómo se llaman? Acto seguido:
¡Aprehéndanlos!
Dzunum