sábado, 24 de enero de 2009

¡Se está cayendo el Cielo!



¡Se está cayendo el cielo!
            (24 Ene 09)

Gritando ¡Se está cayendo el cielo! un pequeño pollo alarmó a la gallina y ésta al gallo y así sucesivamente hasta que todos los animales de la granja se alarmaron y por poco acaban en la panza de una zorra a cuya guarida fueron a refugiarse asustados por el falso rumor que inició el pollo cuando le calló en la cola una pequeña hoja de árbol. Nunca  hubiera vuelto a recordar este cuento infantil si no hubiera escuchado las declaraciones de Felipe Calderón (otra vez la burra al trigo):

 “El petróleo ya se está acabando” “Ya estuvieran en construcción varias refinerías a lo largo del país pero no quisieron autorizar la inversión privada”. Las mismas viejas y sobadas habladas que vuelve a traer a colación Calderón para ver si lo dejan repartir PEMEX como a él le dé la gana y de paso usándolas como frases de campaña con motivo de las cercanas elecciones.

 El agotamiento de la riqueza petrolera mexicana no lo verá Calderón ni muriendo de viejo aún cuando ha luchado denodadamente con sus traidores para obstruir la extracción y la industrialización nacional de los hidrocarburos. Viendo y oyéndolo hablar en ese tono burlón, suponemos que nos comunica su deseo de venganza, venganza  contra el pueblo que no estuvo de acuerdo en que entregara el patrimonio del país. Por eso llevó a su precio máximo las gasolinas y el gas y por eso se niega a disminuir el precio del diésel que exigen los pescadores. 

¡Que se joda el pueblo y que se jodan los pescadores! ¡Yo les voy a enseñar quién manda! (así hablaba Díaz Ordaz).
 Veremos ya pronto los resultados de la próxima elección. Ya entonces Calderón comprenderá que gobernar es algo para lo que no nació su camarilla.
                                                Dzunum