miércoles, 17 de febrero de 2010

Hubo un Gobernador


Hubo un Gobernador

El secuestro de un país por traidores y su futura reivindicación.

Por: Dzunum Monday, Sep. 27, 2004

¡Sorprendente!, ¡Genial!, si es como usted lo describe.... Bueno, más que describirlo a él, quiero destacar su obra como gobernante…. No es un genio, es sólo un buen servidor del pueblo que lo eligió, ¡un patriota! No se requiere ser genio -mi querido amigo- para lograr congruencia entre el presupuesto de egresos y el gasto público… y para gobernar con justicia y honestidad.

Para ser un verdadero hombre de estado no hace falta la verborrea y el exhibicionismo, sino la seriedad y la firmeza en las decisiones, siempre avaladas éstas, por el pueblo.

¡Usted está hablando de un presidente! ¿No es así?....Así es pero prefiero llamarle gobernador, porque no estoy hablando de alguien que preside, sino que gobierna, y gobierna bien. Tal es el caso de este brillante político al que me refiero. Este hombre alcanzó la llamada “primera magistratura” cuando la sociedad civil apoyada por el pueblo, destituyó al que estuvo a punto de entregar el patrimonio nacional que aun restaba, a los extranjeros. Ya los ferrocarriles, la banca y miles de empresas paraestatales habían sido mal baratadas sin ton ni son. Era tal el antipatriotismo del régimen depuesto, que pretendía vender las instituciones de salud pública, imponer gravámenes a los alimentos, medicamentos y libros… y entregar la energía eléctrica y la riqueza petrolera, cuyo rescate se debe al pueblo y constituye dos páginas de la historia patria: una de ellas, la de la expropiación petrolera, mostró que la dignidad y valor de un gobierno respaldado por su pueblo, tiene más fuerza que el poder del enemigo, y en esa gloriosa página, quedó estampado el ejemplo de la unidad de un pueblo.

Le decía: que no es necesario ser genio para gobernar brillantemente y ganarse un honroso lugar en la historia… ¡Este gobernante resulta genial para el pueblo! y lo único que hace, es cumplir con su deber. Su prioridad es terminar con la miseria y casi lo ha conseguido. Desde que se hizo cargo del gobierno, todos comen. ¿Qué cómo lo logró? Principalmente, con adecuaciones al presupuesto. Mire: para instalar y mantener los cinco mil centros asistenciales ( todos los núcleos poblacionales del país) que benefician con alimentos, lecho y servicios sanitarios, (y en los que se cobran cuotas modestas, adecuadas a las posibilidades de los asistentes), se invierte el dinero con el que se subvencionaba a los partidos políticos que ahora sí, luchan con sus propios medios y en un terreno verdaderamente democrático. Las grandes fortunas que se asignaban graciosamente a los vividores oficiales y que se denominaban “bonos de actuación” han sido destinadas también para servicios asistenciales en los que se capacita al beneficiario: tanto en labores rurales, como urbanas.

Una buena fuente de medios económicos se logró con la supresión de las plazas de directores generales, directores de área y subdirectores, en su totalidad. Subsisten únicamente los jefes de departamento bajo la dirección del oficial mayor del ramo quien a través de inspectores de contraloría supervisa el cumplimiento estricto de los programas, que a su vez, son perfectamente controlados mediante los equipos de cómputo que despliegan la totalidad de la información por la red de Internet durante la jornada laboral. Una transparencia, ahora sí ¡real!, de las actividades oficiales.

Todas las acciones de gobierno -- sobra decir-- se llevan a cabo en coordinación absoluta con los gobiernos de las entidades federativas y, usted se preguntará, si cada gobernador de estado es otro dechado de virtudes como nuestro hombre, pero, mire: el estadista lo es también porque se le reconoce como tal, y, como tal, se le admira y tiende a imitársele… se le estima y respeta y tarde o temprano se quiere seguir y se sigue, su ejemplo.

Solamente quiero comentarle algo más, de lo que puede hacer la voluntad de un gobernante para levantar un pueblo --un pueblo, que desde que fue dominado por los conquistadores y una vez terminada la etapa de las epopeyas, de los héroes que lucharon contra invasores, sátrapas y traidores a la Patria y que ofrendaron su vida y grabaron sus nombres en la parte digna de nuestra historia, ha padecido, ese pueblo, gobiernos de enajenados por el poder, ineptos, entreguistas, pero sobre todo: rateros. Se llevaron el hambre del pueblo en el bolsillo y crearon el país de la miseria, del miedo, del asesinato político, de la corrupción, de la contaminación, del crimen, de la mentira y ¡ claro!, de la impunidad.

Se crearon “órganos de control” que sólo sirvieron para venganzas políticas; se crearon fiscalías especializadas (en tomarle el pelo al pueblo), se nombraron fiscales de “hierro” que amasaron fortunas incalculables con las dádivas de los narcotraficantes; se desquició la estructura del sistema de recaudación fiscal para acaparar la mordida en las cúpulas; se fomentó el contrabando, el latifundismo, el corporativismo; se levantaron estatuas a “líderes sindicales” deleznables; se masacró al pueblo cada vez que se manifestó en desacuerdo.

A los marginados, se les sometió a una discriminación y racismo inaudito, muy por debajo de lo que fueron zudras e ilotas. Ese fue el pago que se les dio después de haber enfrentado, esos desheredados o sus padres o abuelos, la muerte y el fuego durante la revolución. Se les denominó “pelados” “inditos”“gatas” y otros apelativos que da vergüenza mencionar, hasta que finalmente, tomado el poder por los conservadores o reaccionarios sobre las falsas promesas de reivindicación, se instrumentó la entrega de la Patria a los extranjeros como golpe final, en nombre de una “doctrina económica” llamada globalización y neoliberalismo en la que sólo los ricos enriquecen a medida que los pobres empobrecen.

La miseria estranguló al pueblo como nunca. Por añadidura se pisoteó el nacionalismo y el patriotismo así como las tradiciones de los dueños verdaderos de la nación y se depredaron vilmente los recursos naturales y el medio ambiente. Se siguieron, insaciables, embolsando el dinero del erario público mediante asignaciones de sueldos y gratificaciones desproporcionados y, a punto estaban de entregar a los extranjeros las fuentes de energía de la nación, cuando nuestro personaje, tomó el poder, como ya le he relatado.

En otro orden de cosas, --déjeme decirle mi paciente interlocutor-- el Secretario de Educación, además de llevar al máximo de eficacia la maquinaria educativa oficial, ha logrado, sin censuras arbitrarias y sin fricciones ideológicas, instituir en las escuelas particulares y universidades, programas educativos revisados y aprobados por organismos culturales: tanto nacionales, como internacionales, incluyendo la misma UNESCO, buscando, claro está, la superación en la enseñanza.

La campaña de alfabetización es permanente e intensa y abarca todas las lenguas y dialectos indígenas, como no se había hecho, desde los años cuarenta. Las innovaciones en el ámbito educativo y cultural han sido variadas, todas ellas fructíferas y recreativas. Mediante módulos que se instalan en parques y jardines o en la misma calle, se imparten cursos: de serigrafía, grabado, dibujo, pintura, electrónica, música, actuación, así como toda una gama de actividades artesanales como la platería, orfebrería, etc., gratuitamente. Al concluir su preparación el ciudadano, si así lo desea, le espera trabajo justamente remunerado en los grandes centros laborales que se han instituido.

Los grupos musicales, auspiciados también por el gobierno, aparecen a cualquier hora del día, se instalan en plena calle e interpretan las obras más selectas y accesibles de los grandes maestros, logrando agradar y culturizar al pueblo, desintoxicándolo del estiércol musical difundido por la mafia de los medios de comunicación en connivencia con autoridades insensibles, ignorantes y corruptas. La ley que regula estos aspectos de la comunicación no fue necesario reformarla, únicamente se aplicó la ya existente. Como resultado de la desaparición de programación nociva, se redujeron canales de radio y TV cuyo número había llegado a ser excesivo.

La programación tanto radiofónica como de televisión, así como la cinematografía, se regula ahora mediante una junta revisora integrada por autoridades educativas, asociaciones cívicas culturales y ciudadanos de todos los estratos sociales.

Se decretó la reforma en materia de panteones exhumando las osamentas, que ahora reposan en los muros de edificios dotados de capillas, elevadores, incineradores y servicios funerarios que presta el estado por ley, a cambio de cuotas accesibles, abatiéndose así el terrible monopolio de la muerte y su inicua explotación. Como podrá imaginarse, los espacios de los panteones se redujeron a un diez por ciento del que ocupaban, y los extensos terrenos se han convertido ahora en zonas ecológicas e instalaciones deportivas públicas

Ningún centro poblacional o comunidad urbana o rural carece de los centros asistenciales de salud que se requieren.

Una novedosa idea, ha sido la construcción en las grandes ciudades, de canales de navegación por los que se deslizan sobre cojines de aire los carros de transporte de usuarios, sistema que resulta muy económico y que reduce la contaminación ambiental puesto que la tracción es a base de energía eléctrica.

Las plantas de tratamiento de agua se multiplican día a día en su lucha contra la contaminación de ríos y vasos acuíferos. Los lagos y lagunas que fueron desecadas han sido reivindicadas y ahora constituyen fuentes de alimentación y de turismo.

Se prohibió la explotación maderera en el país y a cambio se exceptuó de pago de impuestos la importación de madera. Los aserraderos fueron desmantelados en su totalidad; los taladores clandestinos sancionados hasta con diez años de cárcel y se creó, con personal rural, el cuerpo de policía ecológica, que cubre todo el país, integrado por cinco mil elementos sujetos a capacitación permanente.

El sistema fiscal, que desde luego amerita una gran atención, por ser la fuente de ingreso que requiere cualquier gobierno, está en proceso de reestructuración y se han puesto en vigor algunas reformas a reserva de evaluar sus resultados. Dicho sea de paso, sus condiciones (las del sistema fiscal) eran desastrosas e inequitativas. Sus disposiciones: indescifrables y anárquicas y sobre todo, constituían los más “perfectos” galimatías que puedan existir sobre la Tierra. Ahora a grandes rasgos le diré como funciona en algunos de sus renglones:

Las grandes empresas incluyendo a la banca pagan semestralmente el veinte por ciento de su ganancia neta. La microempresa y el pequeño comercio pagan cuota fija bimestral con la obligación de exhibir en lugar visible el comprobante de pago fiscal inmediato anterior durante las horas hábiles o tenerlo siempre a la mano. Este gravamen se paga independientemente de que tengan o no utilidad, dejándoles como opción la suspensión temporal o definitiva de sus actividades. Puede parecer drástica la medida pero todos están conformes porque se les acabaron las complicaciones de las múltiples y engorrosas obligaciones fiscales. El impuesto sobre productos del trabajo (asalariados) fue objeto de algunas adecuaciones para hacerlo más equitativo. En relación con los maestros de la defraudación fiscal que reinaban entre los profesionistas, se actualizó el padrón con el auxilio de la misma Dirección General de Profesiones. Los que prestan servicios a empresas pagan como asalariados y les es retenido el impuesto pero, por los ingresos que obtienen por honorarios, están obligados a expedir recibos oficiales cuya dotación es a cargo del fisco que en forma presuntiva, calcula su número (el de los recibos). Sobre los honorarios que perciben, la tasa de impuesto a cubrir es de quince por ciento.

Los gravámenes se han reducido a dos: ISR e IVA. Esto es: se derogaron los de Producción y Servicios, Automóviles Nuevos, Tenencia, etc. etc. En general, se redujeron las tasas impositivas considerablemente, con lo que aumentó la producción, reduciéndose como consecuencia los precios en el mercado y aumentándose el poder adquisitivo de la moneda. Créalo usted o no, estas medidas tan sencillas están dando excelentes resultados. Los que se hacían llamar grandes economistas, que habían indigestado la economía del país, salieron horrorizados de “tanto populismo” y ahora son sanguijuelas fuera de este país.

Los llamados impuestos al comercio exterior se pagan por cuotas preestablecidas, los de importación y las exportaciones en ningún caso pagan gravamen alguno. Se ha prescindido de los vistas, policía fiscal y otras ratas aduanales y el paso de mercancías a través de la frontera lo fiscalizan ahora las autoridades municipales por ministerio de ley.

Entre las medidas más eficaces para abatir el desempleo se optó por otorgar exenciones del Impuesto sobre la Renta durante diez años, a las empresas industriales de productos no fabricados en el país a condición de que se instalen con una planta mínima de doscientos cincuenta trabajadores (entre obreros y empleados) y que retribuyan con justicia el trabajo.

La controvertida banca tiene prohibido sobrepasar la tasa de interés anual equivalente al doble del porcentaje de utilidad en el mismo período, que arroja los certificados de tesorería. En cuanto al interés a los ahorradores no puede ser menor de las dos terceras partes del por ciento de utilidad de dichos certificados.

También es importante que se haya destacado al ejército a sembrar con maíz y frijol, todas las parcelas ociosas del país, además de su labor de reforestación que siempre han llevado a cabo.

Estas son sólo algunas de las medidas y decisiones de ese régimen, señor mío-- -- lo estoy abrumando-- -- ¿no es así ?--¡no! de ninguna manera mi apreciable amigo, ahora yo quiero decirle, sin que se ofenda, que es usted un soñador…. Mire: los políticos rateros, los narcotraficantes, los patrones explotadores, los funcionarios corruptos, las élites militares, eclesiásticas e intelectuales que desprecian al pueblo, los muro, los yunque, los serviles y ¡bueno! -ahora soy yo, quien le pide perdón por mi vehemencia desmedida- pero verdaderamente duele, sí, y duele mucho. ¿La solución?...usted sabe muy bien cuál puede ser…. ¡Esta vez, a lo mejor resulta!

Dzunum



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