lunes, 20 de septiembre de 2004

En Dios Confiamos


            


En Dios Confiamos
          2004

Ya falta menos tiempo para que el psicópata George W. Bush (Presidente No.43) de los Estados Unidos de Norteamérica, al perder con toda seguridad la reelección en noviembre próximo, se largue el 2005. Eso, si no es que antes debe ser internado en un nosocomio siquiátrico o tal vez pase a mejor vida con una sobredosis de plomo.

Por cierto, para los que lo ignoren, les diré que el plomo ocasiona una terrible enfermedad llamada saturnismo, que mata en muy poco tiempo.

Le quedan varios meses para darse el gusto de seguir ordenando el asesinato de iraquíes, afganos y otros a los que se les llegue a ofrecer este servicio.

Degradados mentalmente (como siempre han sido los marines por tradición nacional), ahora se dedican a la pornografía masiva obligando a los “prisioneros” quién sabe por cuáles métodos de inducción a posar desnudos y amontonados, al estilo de “El Juicio” de Miguel Angel Buonarrotti, aunque también nos recuerda las pilas de cadáveres en los campos de concentración nazis.

¡Qué harán después de esto los marines! Ir a darle un casto beso a su cónyuge al retornar triunfantes a su incomparable ¡América! Ni más ni menos que como llegaron sus antecesores o mejor dicho, ancestros, después de la “Masacre de My Lai” en Vietnam.

Lo increíble es que los culpables de estos crímenes, hasta ahora desconocidos en todas las guerras de la historia universal, crímenes llevados a cabo por estos puercos (que me perdonen los cerdos verdaderos) que provocan la destrucción total de la dignidad humana, sean justificados por el Secretario de la Defensa, respaldado hipócritamente por George W. Bush.

Después de leer lo anterior, no faltará quien diga o piense que es preferible ser vejado, humillado, violado, deshumanizado, orinado como los prisioneros afganos y a fin de cuentas tal vez, ejecutado y no que te corten la cabeza frente a una video cámara, acto terriblemente cruel e inhumano, pero que tiene un motivo: la venganza.

Saddam Hussein será devuelto a su país. ¿Cómo le va a ir? ¡Quién sabe! Pero yo creo que preferiría la muerte y no que Bush se orinara en él y lo filmaran en video, ahora que está tan de moda.

NOTA: El título de este artículo es la
traducción del lema que aparece en
las monedas y billetes gringos.
“In God We Trust”

Dzunum
2004

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