miércoles, 4 de agosto de 2010

¿Fox o Cárdenas?



¿Fox o Cárdenas?
          ¡Mejor Fox!
      (Septiembre 2006)

Cuando menos a Fox le salió respondón el Congreso de la Unión y ni se diga el pueblo y dio de sí no pudiendo imponer las impopulares, cuando no antipatrióticas “reformas estructurales”.

Su escasa dosis de inteligencia no le permitió ocultar del todo sus desaciertos y se pasó seis años poniendo en evidencia su desconocimiento total de la política, tanto nacional como internacional así como su incultura, y promoviendo las dichosas reformas que llamó “estructurales” que andan de boca en boca entre millones (incluidos muchos comunicadores) que ignoran lo que significan.

No saben que: ni son reformas, ni son estructurales. Son:

1.- Gravámenes improcedentes y lesivos a las clases sociales de menor ingreso.

2.- Mayor sometimiento y mayor explotación a la clase trabajadora.

3.- Finalización de la educación gratuita.

4.-Traición a la Patria al pretender entregar el patrimonio energético de la nación a extranjeros.

Fox nunca ocultó su bajo nivel político e intelectual y su personalidad de gañán. Le resulta imposible mostrar lo que no es. Cárdenas en cambio, sí sabe disfrazarse y, lo hizo tan bien, que nos engañó durante largos años. No obstante ganó Fox y a los que votaron por él les debe ir de maravilla porque ahora votaron por Calderón, demostrando la realidad de la frase que enseña que “el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra”

Pero sigamos hablando de hechos pasados: ¿Qué hubiera sucedido si gana Cárdenas en el 2000? Ciertamente el júbilo nos hubiera invadido a los de la izquierda. Pero en aquel entonces, ya no había esperanza. En esa última elección el “líder moral” había declinado mucho.

Recordamos cómo lo apabullaron y desconcertaron las infantiles expresiones de Vicente Fox y cómo se mostró derrotado desde antes de la votación. Su actitud de esfinge no impresionó a nadie y fue superado por la actitud cantinflesca del grandote desparpajado a quien parecía servirle de patiño. Posiblemente ya se había resignado a ser derrotado y se consolaba con la idea de que su cachorro sería gobernador del súper talado y narcotraficado ex paraíso michoacano.

Seis años después, los seguidores de Cárdenas hemos quedado estupefactos ante el increíble fiasco:

De repente Cuauhtémoc, a los casi setenta y dos años, se mostró tal cual es.

Desquiciado por la frustración acumulada durante tantos años y por la envidia de ver a su compañero de partido Andrés Manuel López Obrador convertido en un líder popular sin precedente a punto de alcanzar el triunfo en los comicios presidenciales, le sembró un puñal en la espalda no dándole un ápice de apoyo como era su deber, apoyo que pudo ser determinante en el resultado de la elección y, por si fuera poco, avalando el indecente fraude electoral orquestado por el presidente Fox para lograr el “triunfo” de Calderón. En pago, en lugar de los treinta dinares, aceptó del gobierno derechista un miserable nombramiento de “maestro de ceremonias” que tal vez se traduzca en la Secretaría de Energía o la Dirección de Petróleos Mexicanos para que así, los enemigos de la Patria, “saquen las castañas con la mano del gato”.

Pero bien, lo que he tratado de decir es que, después de que el ingeniero enseñó el cobre, me alegro que las fuentes energéticas nacionales hayan estado durante el sexenio al “cuidado” de Fox y no de Cárdenas que acaba de grabar para la historia política de México una de las traiciones más arteras.

A Fox, como quedó dicho, lo ha obstaculizado el Congreso y la opinión mayoritaria del pueblo, y aunque es un traidor a la democracia que tanto cacarea, y, en cierta forma, ha traicionado también a la Patria, no ha traicionado a sus compañeros de partido ni a los lineamientos de la derecha.

Ya vimos que Cuauhtémoc no heredó el linaje de su ilustre padre.

Piense bien:

¿Hizo algo que trascendiera cuando fue gobernador de Michoacán?

¿Hizo algo que trascendiera cuando fue gobernador del Distrito Federal?

¿Por qué Elenita Poniatowska dice que le honra que Cárdenas le escriba una carta?

¿No habrá querido decir la escritora que le deshonra?

¿Por qué ese empeño de algunos en querer justificar la actitud del “líder moral”?
¿Por pena ajena?
¿Por miedo?
¿Por lambiscones?

¡Imposible justificar lo injustificable! El resto es sólo hipocresía. Como están las cosas pensamos que con Cuauhtémoc ya hubiéramos perdido el patrimonio energético. Con Fox todavía no lo perdemos.

¿Cómo califica usted la actitud del ingeniero Cárdenas cuando dice que la elección fue legal y que Andrés Manuel debe reconocer el triunfo de Calderón?

Y cuando dice que no le dio apoyo a López Obrador porque éste no se pronunció en contra de la falta de tacto en las relaciones con Cuba, Venezuela, Argentina y Bolivia y no se pronunció en contra del muro fronterizo y en contra de la extradición de los vascos y no festejó a Don Adolfo Aguilar Zínzer cuando defendió en la ONU el principio de no intervención, bla ,bla, bla.

¿Cómo va a estar López Obrador, ante un pueblo con hambre y sed de justicia, elaborando tesis por
cada asunto nacional o internacional que huela a izquierda?

Si Andrés Manuel se hubiera pronunciado abiertamente contra la extradición de los vascos o a favor de los Presidentes Castro, Chávez, Evo y Kirchner para darle gusto a Cárdenas, les hubiera dado más argumentos a los corruptos comunicadores que padece este país: prensa, radio y TV para fastidiarlo.

Las revoluciones no se hacen con cartas a Elenita: ambiguas, saturadas de inconsistencias y que producen sueño. Basta con el lema de López Obrador ¡Primero los Pobres! en el que se encierran doctrinas económicas, históricas y filosóficas, así como la forma de gobierno que debe ejecutarse en México. Lo demás es verborrea.

Pensamos que la imperdonable conducta del otrora líder del PRD (que por cierto ya comenzó a formar otro partido político) se debe a su obsesión de poner a Lazarito en la presidencia de la república. Otro “nopalito”

Dzunum


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